Uno de los beneficios que aportan las zanahorias a nuestro cuerpo, sobre todo si se consumen crudas, es su función diurética para el organismo.
Al estar compuestas en su mayoría por agua, son bajas en grasas saturadas y prácticamente no tienen calorías.
Si las consumes de manera habitual te darás cuenta de sus propiedades diuréticas y notarás cómo aumenta tu capacidad de orina.
Además, y aunque mucha gente no se lo crea, las zanahorias crudas son muy beneficiosas para mejorar la vista.
Gracias a la gran cantidad de vitamina A que contienen estas hortalizas, tu vista se verá reforzada. Además, comer zanahoria cruda previene la aparición de cataratas ya que previene la degeneración de la retina y agudiza la visión nocturna.
El consumo regular de la zanahoria permite elevar los valores como los de la hemoglobina y te vas a sentir más lleno de vitalidad. Todo ello porque aumenta la producción de los glóbulos rojos. También tu sistema inmune estará más alerta. Esto se debe a la gran cantidad de hierro y fósforo que tiene esta raíz en su composición.